lunes, 7 de mayo de 2012

Fiel a su cita...

La luna tiene algo especial para todos los pueblos desde todos los tiempos.
Se ha asociado a ella la fertilidad; la magia; el enamoramiento; los aullidos de los lobos y sus primos domésticos los perros; la buena o mala pesca...
Se dice que una persona "está en la luna de Valencia" cuando no está atenta a lo que sucede o se dice en su entorno, aunque en realidad la frase procede del nombre de un burdel, más o menos frecuentado en la ciudad de Valencia, en otros tiempos y hacía referencia a si un hombre estaba o no localizable, si se conocía su paradero.
El 20 de julio de 1969, el hombre pisó por vez primera la luna y en España se anunció (por el entonces jefe del estado F. Franco) que su sucesor sería Juan Carlos de Borbón,  de tal modo que era frecuente oir en esa época: "Si no te enteraste de lo de la sucesión es que estabas en la luna".
Sobre la presencia del hombre en la luna se ha escrito mucho y no todo es demostrable.
Sea verdad o no que el Apolo 11 y siguientes se posaron sobre la luna, hubo un cierto desencanto de los más románticos, pues pensaron que ya no tendría el atractivo que se le suponía y hasta se pensó que dejaríamos de admirar los diversos fenómenos de ocultación de su visión, con la sombra de la Tierra y que dan lugar a los cuartos de luna en el firmamento.
Estos días, como cada año por cierto, se nos ha mantenidos atentos, a través de los medios, a la expectacular visión que se produce cuando llega el perigeo o punto en que la tierra y la luna están más cerca la una de la otra.
Basta ver las miles de fotografías que "corren", unas empujan a las otras, por los medios de comunicación y redes sociales .
A todo esto, me preguntaba yo por qué cuando una persona está en lo más alto de sus espectativas en un proyecto determinado se dice "está en su apogeo", pues en esos momentos es cuando se ve más pequeña, más alejada de la realidad, del centro sobre el cual se supone que gira.
Lo cierto es que el espectáculo que nos está ofreciendo la Luna es formidable, sigue teniendo su encanto, su belleza, sigue siendo inspiración para poetas, luz tenue o brillante para enamorados,...
Y cuando la Tierra la tapa con su sombra todos estamos deseosos de volver a verla salir en la linea del horizonte...
Para quienes no hayáis podido disfrutar de tan espectacular visión , no temáis el año próximo estará puntual, fiel a su cita, en el perigeo.

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