lunes, 17 de enero de 2011

Ya verás cuando seas mayor..

Cuando era joven me decían "Ya verás cuando seas mayor...". Soy mayor y me puede quedar mucho por ver, pero entre tanto miro de no dejar de ver a quien tengo cerca, para que no se aleje; a los amigos, para seguir siéndolo; a algunos enemigos por si quieren dejar de serlo; al que sufre, por si puedo ayudarle; al que ríe, para que se me contagie;... a la vida, para seguir viviendo...

No siempre está tan claro. Puede que mire sin ver, porque el bosque no me deje ver los árboles, y así no disfruto de su altura, de sus ramas, de su follaje, pero sobre todo de quien los habita.
Igual me sucede en lo cotidiano. Voy tantas veces con la mirada perdida…Perdida en el horizonte, buscando un objetivo que no encuentro, algo, alguien, en quien fijar la atención, como si aquí y ahora no hubiese nada para ver. O acaso ¿es que no quiero detenerme en lo cercano, porque puede ser demasiado real para mí?

Pero la realidad es muy tozuda y se muestra implacable, sin darte sosiego.
Una mano en la espalda…
Una sombra tras de mí…
Unos llantos infantiles…
El rumor de las olas cuando besan la playa o cuando la inundan…
El tren que pasa silbando cargado de viajeros…
El sol que se esconde, o le tapan, tras la nube…
La misma nube que se forma y se reforma ofreciendo sugerencias..
Las voces irreconocibles…y aquellas que reconozco en los próximos. Próximos en el tiempo, en el lugar, en el corazón…En mi vida…

He encontrado muchas razones para mirar y para no dejar de ver.

domingo, 16 de enero de 2011

Dueña de mi destino

Desde muy joven entendí que yo era "dueña de mi destino". Ahora con la madurez, sigo siendolo. Eso no significa que sea rebelde o sorda a lo que sucede a mi alrededor. Por una decisión personal he vuelto a la Universidad. Comparto mis clases en estudios reglados con jovenes de 20 años cuya sorpresa al verme en alli y seguir mis nuevos estudios reglados, (a mi edad, 60 años, buena edad, para nuevos proyectos de vida), en Ciencias Empresariales,es en ocasiones expresada con un "y usted que hace aquí...", Bueno algunos empiezan tratandome de usted, lo cual agradezco solo por que me reafirman que suiguen habiendo personas "respetuosas con la edad" y de paso para recordadles que me llamo Maria José, y que el respeto no está en el tratamiento, pero es un signo. He encontrado nuevos y buenos amigos que me preguntan por mi familia, mi marido, mis hijos, mis nietas y cada dos meses por mi madre, tiempo en que comparte nuestra vida y la suya con nosotros. Podeis imaginar que está entrada en años, tantos como 94. De ella aprendí que yo sería siempre lo que yo quisiera ser. Que el destino, me lo tenía que ir componiendo según fuese sucediendo la vida.El destino es a donde quieres llegar.
A lo largo de tantos años, los mios, he trabajado en varias empresas, la última una multinacional del automovil, con profesionalidad y eficacia, Consejo de Dirección, pero sobre todo con sentido de la responsabilidad que tenía sobre las personas (Salud, Seguridad Laboral y Medio Ambiente).
Ser dueña de mi destino, no siempre ha sido fácil, pero siempre ha sido gozoso. En ocasiones me habría gustado que otros decidieran por mí y la responsabilidad de los posibles errores recayese sobre ello, pero en este ser dueña de mi destino tambien está el dejarme aconsejar, escuchar pero saber que haga lo que haga la responsabilidad es sólo mía, incluso si pensase que son los otros los que me han llevado o incitado a tomar una decisión.
Siempre he sabido que la libertad comporta la responsabilidad que lleva asociada.
Sé que sólo yo soy dueña de mi destino.