lunes, 17 de septiembre de 2012

...lo pierdo y lo busco...

Vuelvo de Istanbul con la sensación de haber estado fuera mucho tiempo. No sé decir si es consecuencia de la distancia, por lo mucho que he caminado en cinco días o (lo más probable) por como ha cambiado la idea preconcebida que tenía del país, de la ciudad, de su gente...

Me traigo algún recuerdo material sin importancia, pero grandes recuerdos inmateriales... la amabilidad, la "comercialidad" (vendedores natos), el deseo de comunicarse en la lengua del extranjero que tienen delante...Me ha sorprendido la tolerancia que tienen hacia los diferentes, diferentes entre ellos y diferentes hacia nosotros, los que vamos de paso por su cultura, su modo de vivir, sus creencias...

He aprendido a interpretar un mapa. Cuando ves la distancia entre dos puntos y te parece que está "aquí al lado" y puedes ir en un santiamen, debes agrandar con los dedos de la mano la pantalla de iPhone, pues corres el riesgo de caminar durante tres horas y llegar cuando ya han cerrado el palacio. Bueno siempre debes llevar otra opción en la mente, opción B de "bueno que le vamos hacer", podríamos ir a la plaza Taksim. 

Seguimos mirando el mismo mapa y de nuevo otra hora por las calles empinadas y con multiples curvas. Por fin llegas, y en realidad allí deseas ir a una de sus calles, y vas y te equivocas y la multitud que la llena no nos deja avanzar a la velocidad que nos gustaría para no llegar otra vez tarde, esta vez queremos ir a Misa. Sorteando todo tipo de irregularidades del suelo, de grupos comprando y vendiendo, de policias a la espectativa por si han de actuar, no sabemos si había de suceder algo que no ocurrió, por fin llegamos al templo de San Antonio de Padua. 

No sabría decir si lo encontramos nosotros a él o él nos encontró a nosotros. 

Estabamos escuchando la Misa en portugues, que no nos resultaba incomprensible, cuando un "vigilante de seguridad" nos ofrece ir a otra zona en que se va a iniciar otra celebración. Aceptamos y nos ubicamos en la celebración en inglés. Con lo agustito que estabamos todos con el portugues. Pero no hay problema un numero importante de los que estabamos allí era español. Como en casa.

Recorde un viaje a Italia hace algunos años en que nos perdimos un poco y fuimos a parar a Padua. Ya que estabamos allá visitamos la Basilica de San Antonio. Lo que más me impactó fué una gran pancarta que decía "Viniste buscando algo y te encontraste con Dios".

Sin duda a Dios lo "pierdo y lo busco" continuamente y lo mejor es que se deja encontrar o envia a San Antonio...