miércoles, 26 de octubre de 2011

La indefensión aprendida

No sé diferenciar si son las experiencias vivídas o las muchas lecturas que llevo a lo largo de la vida, acumular juventud, como es mi caso, tiene estas consecuéncias.
Mientras iba leyendo el artículo han aflorado a mi mente muchos recuerdos de situaciones semejantes, unas en que yo era la protagonista de de "la indefensión aprendida" y otros en que pude ayudar a romper esa indefensión a alguna persona.
Cuando tenía unos 12 años sentía que era comparada con uno de mis hermanos, que destacaba por su dedicación, en tiempo, a los estudios. Como de algún modo me resultaba difícil romper es estatus, decidí destacar en otras cosas, de modo que ante un problema matemático que no sabía resolver, me impuse que debía encontrar sin ayuda la forma de resolverlo. Tras un buen rato de estar sobre el papel me dije: " si otros pueden resolverlo ¡yo tambien!" Pienso que fué uno de los momentos más importantes de mi vida, hoy todavía lo recuerdo y cuando pienso que puede ayudar lo explico. El planteamiento fué:
El problema tiene solución
La solución está implicita en el enunciado
La solución es: X
Y replantee todo el enunciado sabiendo que ya conocia la solución.
El resultado fué espectacular, no tanto porque encontré la solución, sino porque desde entonces empecé a destacar en algo que ni siquiera sabía que podía hacerlo.
Esta experiencia personal la apliqué muchos años después con un alumno de bachillerato por el que nadie daba un céntimo. Primero me hice amiga suya. Me interesé por "sus cosas, sus intereses, sus preocupaciones,... y luego pasamos a intentar "aprobar", que era lo que quería él. Estudió derecho. Pero hoy es director de Gestión de Patrimonio en una de las entidades bancarias más importantes de España,algo debió aprender de matemáticas. ¡¿Quién lo iba a decir?!
No sabemos el mal o el bien que podemos llegar a hacer "etiquetando" a las personas. Haciendoles creer que no son capaces. No dejando que se desarrollen todas las potencialidades que tiene el ser humnano. Aunque seamos hominidos, como gusta decir a un profesor que tengo, algo nos diferencia de ellos...

martes, 18 de octubre de 2011

cuidarme el corazón

Después de ver pasar los años y llenarlos de emociones, vivencias, amigos, alegrias, alguna tristeza (haciendo la zancadilla), sonrisas, encuentros inesperados,...me da la sensación de que no he cuidado mucho mi corazoncito. No me duele, no muestra dificultades, late a un buen ritmo,...pero no le he dedicado ni un momento de atención especial para él, así que he decidido reglarle unos mimos extras, antes de que se ponga tontorrón y no me haga ni caso, no me dé pulsaciones para moverme por esos mundos de Dios.
Así que he mirado todo lo que hay en el mercado para mimarlo y mimarme con poco costo. He decidido picotear de vez en cuando una galletitas. Me he encontrado en la red con unos enlaces http://www.facebook.com/floraminis?sk=wall y este otro http://flora-minis.treemkt.com"/ que me han cautivado, pues con ellos he iniciado la práctica del "tente en pié" a media mañana y el "té con pastitas"a media tarde. No podia imaginar que unas galletitas tan pequeñas fuesen tan deleiciosas, sabor naranja o sabor chocolate.
Las nuevas tecnologias me han abierto nuevas experiencias, otros sabores y texturas. Además he contentado a mi corazón, pués ahora sabe que quiero cuidarle.

martes, 15 de marzo de 2011

Recordando el pasado

Supongo, y tal vez sea mucho "el suponer", que lo que cada uno de nosotros entiende como feminismo es diferente.
Voy recordando a lo largo del desarrollo del curso, que vengo de un momento histórico en que lograr el acceso a la Universidad de las mujeres fué un reto que, aunque socialmente era "bien visto" la realidad nos decía que "era mal tolerado". Por poner una anécdota personal: en una ocasión un vecino al que yo le argumentaba lo que él no quería oir, zanjó la polémica con un "sabes demasiado para ser mujer"...
En esa misma época leí, entre otros el libro de Betty Friedan "La mística de la Feminidad", sin duda fué un factor influyente en mi formación de criterios, aún cuando no lo leí por motivos académicos. curiosamente, y en contraposición de lo que expresa Angel Fernandez:
Lamentablemente, en mi opinión, siempre habrá una gran barrera en la división de tareas entre hombre y mujeres, una de las barreras más grandes y duras de romper, como es la religión. Algunas de estas hacen creer de forma innata la superiordad del hombre ante la mujer, la imposibilidad de que la mujer crezca y se iguale en todos los aspectos al hombre y ante la fe por una religión no creo q nunca se pueda hacer nada
El libro me lo recomendó un jesuita. En la Iglesia hay hombres y mujeres que piensan en distintos sentidos, y su pensamiento personal, se confunde con el pensamiento de la verdad del Evangelio. Cuando podemos leer en él :"Ya no hay hombres ni mujeres, sino que todos somos uno en Cristo" Pablo de Tarso (San Pablo). O el mismo Jesús (el de Nazaret) que se acercaba las mujeres, compartiendo con ellas y revalorandolas, cuando en esa sociedad no era bien visto, las mujeres no eran ni ciudadanos.
Volviendo a Betty Friedan y su libro en él nos mostraba que el "diseño" de la mujer venía de los hombres. Aprendí bien lo que eso podía significar y determiné prepararme igual que un hombre y decidir en cada momento lo que quería hacer o no hacer. Debo explicitar que en ello tuve siempre el apoyo de mi marido, aunque en alguna ocasión la evolución de su pensamiento, no iba a la misma velocidad que la mía. Pero siempre lo respetó, y me apoyó.
De esta guisa unas veces opté por una aparenete división sexual del trabajo, aparente porque se parecía a la que otras mujeres hacían sin haber escogido ellas, y otras veces opté por un trabajo que era entendido como "más propio de hombres".
Pienso, como ya he deseado expresar en otras aportaciones, que las mujeres seremos lo que queramos ser, pero sin duda hay que saber qué es lo que quieres ser. Nadie nos librará de nada si nosotras no tenemos claro que lo queremos. Eso implica una voluntad ferrea de ser persona. Persona hombre, persona mujer.

Solamente quien ve la meta se dirige hacia ella salvando los obstáculos.
El mayor obstáculo es uno mismo.
Hay que tener una meta.
La meta para mí es ser persona libre, responsable de esa libertad, sin miedo a ella.
Esto último también lo aprendí en los libros, "El Miedo a la Libertad" de Erich From, y sobre todo en la vida.

viernes, 11 de febrero de 2011

práctica y no teorías...

He tenido que recorrerme varias oficinas, de varias administraciones públicas en tres horas. He acabado exhausta. No es que me enviasen de una ventanilla a otra, es que estar en situación de pre-jubilación por un ERE tiene sus complejidades, de las que nadie te informa cuando se inicia, tal vez por desconocimiento o por que deben pensar que como es una situación cada vez más habitual todos sabemos como desenvolvernos en ella.
Va transcurriendo el tiempo, cumpliendose los plazos, y tengo algunas dudas o desconocimiento de que debo hacer YO para que se me reconozca todo aquello que me pertenece, no sea que la ministra de turno me diga: "ponte a pedir en la esquina más próxima, si quieres seguir viviendo con dignidad", que es el equivalente de lo que dicha ministra ha dicho al actual Govern de la Generalitat, "si quieres o necesitas gastar más aumenta los impuestos" es decir "pide a tus ciudadanos".
Ha sido grato encontarme con personas en las distintas oficinas. Sí, sí, no con seres despersonificados, sin ganas de ayudar al ciudadano. He sido bien atendida por funionarios públicos, de una forma más que correcta. Me han dedicado tiempo, sin prisa, como si mi situación fuese lo más importante ese dia para ellos. Gracias a todos. Parece que con la crisis "algo está cambiando"

Con todo lo dicho, lo más grato fué encontrar a una persona conocida, antigua compañera de trabajo en una de las empresas en que estuve. Fue ella quien me reconoció y vino a mí con los brazos abiertos. Nos fundimos en un abrazo entrañable, de esos que sobrecojen cuando lo das, por lo que lleva de cariño, de afecto, de respeto a la persona.
No estaba en mí el poderme encontrar con nadie conocido y menos con ella. Pero fué un regalo, sobre el que pude reflexionar después, cuando comentaba el encuentro con otros. La reflexion y la alegría venía de que dos años después de dejar de verla, ella había manifestado públicamente su condición lesbica. En aquel momento sentí mucha sorpresa, la habia tratado bastante y nunca lo "sospeché" y un cierto rechazo hacia ella, pues no encajaba en mi concepción de la sexualidad.
Ayer experimenté que por encima de las diferencias, de las discrepancias, lo que siempre ha de prevalecer es la persona.
Recordaba que Jesús (el de Nazaret), había vivido y compartido, con personas que no le tenian a ÉL como modelo, y que incluso las había AMADO.

lunes, 17 de enero de 2011

Ya verás cuando seas mayor..

Cuando era joven me decían "Ya verás cuando seas mayor...". Soy mayor y me puede quedar mucho por ver, pero entre tanto miro de no dejar de ver a quien tengo cerca, para que no se aleje; a los amigos, para seguir siéndolo; a algunos enemigos por si quieren dejar de serlo; al que sufre, por si puedo ayudarle; al que ríe, para que se me contagie;... a la vida, para seguir viviendo...

No siempre está tan claro. Puede que mire sin ver, porque el bosque no me deje ver los árboles, y así no disfruto de su altura, de sus ramas, de su follaje, pero sobre todo de quien los habita.
Igual me sucede en lo cotidiano. Voy tantas veces con la mirada perdida…Perdida en el horizonte, buscando un objetivo que no encuentro, algo, alguien, en quien fijar la atención, como si aquí y ahora no hubiese nada para ver. O acaso ¿es que no quiero detenerme en lo cercano, porque puede ser demasiado real para mí?

Pero la realidad es muy tozuda y se muestra implacable, sin darte sosiego.
Una mano en la espalda…
Una sombra tras de mí…
Unos llantos infantiles…
El rumor de las olas cuando besan la playa o cuando la inundan…
El tren que pasa silbando cargado de viajeros…
El sol que se esconde, o le tapan, tras la nube…
La misma nube que se forma y se reforma ofreciendo sugerencias..
Las voces irreconocibles…y aquellas que reconozco en los próximos. Próximos en el tiempo, en el lugar, en el corazón…En mi vida…

He encontrado muchas razones para mirar y para no dejar de ver.

domingo, 16 de enero de 2011

Dueña de mi destino

Desde muy joven entendí que yo era "dueña de mi destino". Ahora con la madurez, sigo siendolo. Eso no significa que sea rebelde o sorda a lo que sucede a mi alrededor. Por una decisión personal he vuelto a la Universidad. Comparto mis clases en estudios reglados con jovenes de 20 años cuya sorpresa al verme en alli y seguir mis nuevos estudios reglados, (a mi edad, 60 años, buena edad, para nuevos proyectos de vida), en Ciencias Empresariales,es en ocasiones expresada con un "y usted que hace aquí...", Bueno algunos empiezan tratandome de usted, lo cual agradezco solo por que me reafirman que suiguen habiendo personas "respetuosas con la edad" y de paso para recordadles que me llamo Maria José, y que el respeto no está en el tratamiento, pero es un signo. He encontrado nuevos y buenos amigos que me preguntan por mi familia, mi marido, mis hijos, mis nietas y cada dos meses por mi madre, tiempo en que comparte nuestra vida y la suya con nosotros. Podeis imaginar que está entrada en años, tantos como 94. De ella aprendí que yo sería siempre lo que yo quisiera ser. Que el destino, me lo tenía que ir componiendo según fuese sucediendo la vida.El destino es a donde quieres llegar.
A lo largo de tantos años, los mios, he trabajado en varias empresas, la última una multinacional del automovil, con profesionalidad y eficacia, Consejo de Dirección, pero sobre todo con sentido de la responsabilidad que tenía sobre las personas (Salud, Seguridad Laboral y Medio Ambiente).
Ser dueña de mi destino, no siempre ha sido fácil, pero siempre ha sido gozoso. En ocasiones me habría gustado que otros decidieran por mí y la responsabilidad de los posibles errores recayese sobre ello, pero en este ser dueña de mi destino tambien está el dejarme aconsejar, escuchar pero saber que haga lo que haga la responsabilidad es sólo mía, incluso si pensase que son los otros los que me han llevado o incitado a tomar una decisión.
Siempre he sabido que la libertad comporta la responsabilidad que lleva asociada.
Sé que sólo yo soy dueña de mi destino.