jueves, 11 de abril de 2013

Ética personal

Estoy haciendo una recolección de todo lo que he ido sembrando durante mi vida.

Hace un tiempo, hablando con unas amigas, pude constatar como algunas personas , que podríamos trartar de "irreprochables", han asumido como normal situaciones con las que yo no estoy de acuerdo. 

Se planteaba, como consecuencia de la ley que obliga a contratar 
y dar de alta en la Seguridad Social, a las personas que trabajan en el hogar, (personal de limpieza y ayuda doméstica). 

Yo defendía y defiendo que es de justicia social que tengan Seguridad Social, es decir que ellas o los que contratamos paguemos la cuota correspondiente. 

Mi argumento es si yo quiero para mi, unas condiciones que me protejan durante mi etapa laboral y despues poder percibir una prestación por jubilación, tambien lo quiero para quien trabaje para mí en las tareas propias del hogar.
Aparecieron distintos argumentos entre las amigas. 
  • La que consideraba que esa situación encarecía el servicio que hasta entonces estaba recibiendo de forma más económica.
  • Quien opinaba que muchas de estas personas, trabajaban sin SS porque estaban cobrando el subsidio de desempleo y no querían renunciar a él, y este ya lleva asociado la cotización de la SS.
  • Alguna argumentaba que si estan percibiendo un subsidio por ser mayor de 52 años o por otro tipo de ayudas, estan dispuestas a cobrar menos y eso permitia que se pudiesen "contratar" en algunas casas.
  •  Hay quien contrata a emigrantes que no tienen su situación regularizada.
  • Otro argumento es "todo el mundo lo hace así" (yo desde luego no)
  • ...
un largo etcetera de argumentos que no puedo compartir pues me parecen, cuando menos, una estafa a la persona y a la sociedad, según el caso. Y en muchos casos un abuso de la necesidad de la persona que busca con su trabajo unos ingresos, y está dispuesta a someterse a las nuevas formas de  esclavitud del siglo XXI. Necesidad obliga...

Estos y otros parecidos, son los mensajes que he ido trasmitiendo a aquellos que estan en mi entorno y ahora recojo lo que he sembrado.

Los ejemplos han sido orales y prácticos. Hace unos nueve años, poco menos, necesité contratar a una persona que estuviese en casa con mi madre que en esos momentos ya tenía casi noventa años, para poder ir a trabajar sin pensar que al regresar a casa me la encontraría caida en el suelo o con la casa ardiendo o inundada, ya empezaban a aparecer algunos sintomas de haber vivido mucho. Hoy mi madre tiene casi 97 años. La persona en cuestión, un encanto, educada, discreta, eficaz, y eficiente, vino a la primera entrevista acompañada por su mamá la cual me pidió que lo que yo iba a pagar de SS se lo diese a ella, pues todavía estaba en regimen familiar. Mi respuesta fué: Lo siento las condiciones son estas, salario + seguridad social. Aceptó las condiciones y las dos salimos beneficiadas.

Hace unos dias una persona muy cercana, que necesita contratar a otra para que le ayude en las tareas domésticas, entrevistó a una recomendada por una conocida. Le gustó y cuando hablaron de las condiciones económicas y contractuales la candidata no aceptó pues pensaba solicitar la ayuda por mayor de 52 años y no podía estar dada de alta como cotizante en la Seguridad Social.

El comentario de quien debía contratar fué "¿Como va a ir bien este país".

Mucho censurar los abusos de los personajes públicos, pero cuando me toca a mí la cosa ya es otro cantar...