martes, 12 de junio de 2012

I.-"Felíz idea"


Antes de situarme en el contexto actual, y con la intención de dar o darme una esperanza, iniciaré este comentario con el uso que los griegos hacían del vocablo κρίσις y los romanos de crisis, en ambas culturas se referían al cambio, es decir que siempre que la sociedad, o una persona en particular estaba atravesando de una situación a otra, estaba en crisis.
¿Cuál es entonces mi esperanza? ¡Que de esta saldremos!. Lo que no tengo todavía tan claro es ¿cómo?, ¿cuándo? y tal vez lo más importante: ¡qué se habrá llevado por delante!

No me pregunto si lo que no tendremos son bienes materiales, sino ¿qué sociedad nos quedará?, ¿cuáles serán los intereses de las personas?, ¿qué valores dirigirán el mundo? ...

Decía mi abuelo, que para saber dónde estamos, es preciso conocer de dónde venimos, no sea que no nos hayamos movido o perdido el rumbo.
Por lo tanto empezaré por intentar conocer, analizar y entender cual fue el origen de la actual crisis económica.

Las primeras señales de que algo estaba cambiando en el mundo, desde el punto de vista económico se producen en el año 2001, ya que las Bolsas empiezan a caer, como consecuencia de las “punto com”, las empresas vinculadas a Internet crecieron en bolsa muy rápidamente durante una década y de la misma manera descendieron.
Con el propósito de no colapsar el negocio de las bolsas, la Fed (Alan Greespan en la dirección) bajaron los tipos de interés del 6,5% al 2,5% en menos de un año. (X.Sala-i-Martín)
La pérdida de beneficio por parte de la banca, lleva a esta a buscar más clientes. Si un solo cliente le daba un beneficio de 100 y ahora solo le da 1, para obtener el mismo beneficio se trataba de buscar 100 clientes.
Pero:
1.     ¿Qué “producto” bancario puede atraer de forma masiva tantos clientes?
2.     ¿A qué mercado irá dirigido?
3.     ¿Quiénes serán esos clientes?

Alguien tuvo la “feliz” idea.
Esos préstamos irían a las familias, con ellos podrían dar satisfacción a la necesidad cierta, de un espacio digno dónde vivir, con el préstamo incluso conseguirían tener mobiliario, coche,...comer tal vez no comerían, pero todo lo demás podía estar asegurado.
Cuándo las familias no pagaran se quedarían con sus casas, las volverían a vender y reiniciaban de nuevo el negocio, habiendo cobrado más de una vez el préstamo, ya que se iniciaba una nueva circulación de bienes y deuda.
Se les escapó de las manos o no fueron tan astutos como la idea.

Ya os seguiré contando...



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