Antes de situarme
en el contexto actual, y con la intención de dar o darme una esperanza,
iniciaré este comentario con el uso que los griegos hacían del vocablo κρίσις y los romanos de crisis, en ambas culturas se referían al
cambio, es decir que siempre que la
sociedad, o una persona en particular estaba atravesando de una situación a
otra, estaba en crisis.
¿Cuál
es entonces mi esperanza? ¡Que de esta saldremos!. Lo que no tengo todavía tan
claro es ¿cómo?, ¿cuándo? y tal vez lo más importante: ¡qué se habrá llevado
por delante!
No me
pregunto si lo que no tendremos son bienes materiales, sino ¿qué sociedad nos
quedará?, ¿cuáles serán los intereses de las personas?, ¿qué valores dirigirán
el mundo? ...
Decía
mi abuelo, que para saber dónde estamos, es preciso conocer de dónde venimos,
no sea que no nos hayamos movido o perdido el rumbo.
Por
lo tanto empezaré por intentar conocer, analizar y entender cual fue el origen
de la actual crisis económica.
Las
primeras señales de que algo estaba cambiando en el mundo, desde el punto de
vista económico se producen en el año 2001, ya que las Bolsas empiezan a caer,
como consecuencia de las “punto com”,
las empresas vinculadas a Internet crecieron en bolsa muy rápidamente durante
una década y de la misma manera descendieron.
Con
el propósito de no colapsar el negocio de las bolsas, la Fed (Alan Greespan en
la dirección) bajaron los tipos de interés del 6,5% al 2,5% en menos de un año.
(X.Sala-i-Martín)
La
pérdida de beneficio por parte de la banca, lleva a esta a buscar más clientes.
Si un solo cliente le daba un beneficio de 100 y ahora solo le da 1, para
obtener el mismo beneficio se trataba de buscar 100 clientes.
Pero:
1.
¿Qué
“producto” bancario puede atraer de forma masiva tantos clientes?
2.
¿A qué
mercado irá dirigido?
3.
¿Quiénes
serán esos clientes?
Alguien tuvo la
“feliz” idea.
Esos préstamos irían
a las familias, con ellos podrían dar satisfacción a la necesidad cierta, de un
espacio digno dónde vivir, con el préstamo incluso conseguirían tener
mobiliario, coche,...comer tal vez no comerían, pero todo lo demás podía estar
asegurado.
Cuándo las familias
no pagaran se quedarían con sus casas, las volverían a vender y reiniciaban de
nuevo el negocio, habiendo cobrado más de una vez el préstamo, ya que se
iniciaba una nueva circulación de bienes y deuda.
Se les escapó de
las manos o no fueron tan astutos como la idea.
Ya os seguiré contando...
Ya os seguiré contando...
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