Hace un tiempo, hablando con unas amigas, pude constatar como algunas personas , que podríamos trartar de "irreprochables", han asumido como normal situaciones con las que yo no estoy de acuerdo.
Se planteaba, como consecuencia de la ley que obliga a contratar
y dar de alta en la Seguridad Social, a las personas que trabajan en el hogar, (personal de limpieza y ayuda doméstica).
Yo defendía y defiendo que es de justicia social que tengan Seguridad Social, es decir que ellas o los que contratamos paguemos la cuota correspondiente.
Mi argumento es si yo quiero para mi, unas condiciones que me protejan durante mi etapa laboral y despues poder percibir una prestación por jubilación, tambien lo quiero para quien trabaje para mí en las tareas propias del hogar.
Aparecieron distintos argumentos entre las amigas.
- La que consideraba que esa situación encarecía el servicio que hasta entonces estaba recibiendo de forma más económica.
- Quien opinaba que muchas de estas personas, trabajaban sin SS porque estaban cobrando el subsidio de desempleo y no querían renunciar a él, y este ya lleva asociado la cotización de la SS.
- Alguna argumentaba que si estan percibiendo un subsidio por ser mayor de 52 años o por otro tipo de ayudas, estan dispuestas a cobrar menos y eso permitia que se pudiesen "contratar" en algunas casas.
- Hay quien contrata a emigrantes que no tienen su situación regularizada.
- Otro argumento es "todo el mundo lo hace así" (yo desde luego no)
- ...
Estos y otros parecidos, son los mensajes que he ido trasmitiendo a aquellos que estan en mi entorno y ahora recojo lo que he sembrado.
Los ejemplos han sido orales y prácticos. Hace unos nueve años, poco menos, necesité contratar a una persona que estuviese en casa con mi madre que en esos momentos ya tenía casi noventa años, para poder ir a trabajar sin pensar que al regresar a casa me la encontraría caida en el suelo o con la casa ardiendo o inundada, ya empezaban a aparecer algunos sintomas de haber vivido mucho. Hoy mi madre tiene casi 97 años. La persona en cuestión, un encanto, educada, discreta, eficaz, y eficiente, vino a la primera entrevista acompañada por su mamá la cual me pidió que lo que yo iba a pagar de SS se lo diese a ella, pues todavía estaba en regimen familiar. Mi respuesta fué: Lo siento las condiciones son estas, salario + seguridad social. Aceptó las condiciones y las dos salimos beneficiadas.
Hace unos dias una persona muy cercana, que necesita contratar a otra para que le ayude en las tareas domésticas, entrevistó a una recomendada por una conocida. Le gustó y cuando hablaron de las condiciones económicas y contractuales la candidata no aceptó pues pensaba solicitar la ayuda por mayor de 52 años y no podía estar dada de alta como cotizante en la Seguridad Social.
El comentario de quien debía contratar fué "¿Como va a ir bien este país".
Mucho censurar los abusos de los personajes públicos, pero cuando me toca a mí la cosa ya es otro cantar...
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