jueves, 22 de abril de 2010

FANTÁSTICO

FANTÁSTICO!!! Ya se ha establecido el RECORD a vela entre NY y BCN. Cada uno, de los dos barcos participantes ha tenido su propio record... la diferencia en tiempo no importa, lo verdaderamente importante es que han marcado un inicio, un primer punto de partida, para todos los que han de venir.
He ido siguiendo su carrera desde tierra seca, impresionante...cuantas lecciones de 12 dias y horas en alta mar, a merced de los vientos. Los dos equipos que han llevado a cabo la hazaña sabran "¿¡qué viento les ha soplado?!"
El primer viento fué el de la ilusión, el deseo de lograr marcar ese hito.
Durante el trayecto todos o alguno de los que los griegos tenían como procedentes de los dioses: los Anemoi (en griego antiguo Άνεμοι, ‘vientos’) que se correspondían con los puntos cardinales desde los que venían sus respectivos vientos y que estaban relacionados con las distintas estaciones y estados meteorológicos. Eolo, que reside en isla de Eolia. Según Hesíodo los vientos beneficiosos —Noto, Bóreas, Argestes y Céfiro— eran hijos de Astreo y Eos, y los destructivos lo eran de Tifón.
Homero ya menciona a los cuatro vientos principales: Bóreas, el viento del norte que traía el frío aire invernal; Noto, el viento del sur que traía las tormentas de finales del verano y del otoño; Céfiro, el viento del oeste que traía las suaves brisas de la primavera y principios del verano; y Euro, el viento del este.
Bóreas y Céfiro suelen ser mencionados juntos en Homero, al igual que Euro y Noto.
Los filosós definieron los vientos más precisamente, según sus lugares en la brújula. Así Aristóteles, además de los cuatro vientos principales (Bóreas o Aparctias, Euro, Noto y Céfiro), menciona tres: Meses, Cecias y Apeliotes, según Aristóteles, el Euro no corresponde al este sino al sureste.
En la actualidad, y con las tecnologias actuales, podemos ver AVATAR el último dios del viento.
Los seis aventureros han logrado su deseo. Siendo el deseo según Eduart Punset:
Si bien el deseo rebosa incertidumbre acerca del itinerario, a muchas personas les garantiza la seguridad en cuanto a los pasos dados. Bien entendido que el deseo no es una voz oscura, confusa y estúpida, sino que - en una persona madura - es luminosa, clara e inteligente. Las emociones están en la base de los deseos y de la inteligencia se dice que es emocional. Visto de este modo, el deseo se convierte en el portavoz de uno mismo

Se han convertido en portavoces de aquello que anhelaban. ¡Cuantas lecciones nos han dado!

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