
Ante semejante caos
bancario se inventaron los “conduits” y su “retitularización”. Empaquetaban hipotecas no pagadas, les ponían un lazo rosa, con la
calificación AAA y otros ingenuos usureros, que también querían beneficio fácil
y rápido las compraron por todo el mundo. Como consecuencia la Economía mundial
se contagió con unos productos financieros “tóxicos”
que como tales, sólo podían provocar una epidemia en los sectores financieros.
Al no poder acceder
a la financiación, la actividad económica cayó.
Tal como dice
F.Trias de Bes: Titulizar créditos de
dudoso cobro y colocárselos a los ahorradores es un timo en toda regla.
Claro está que para
que los “conduits” se vendan, hay que
ir diciendo que son muy buenos, y además se le debe decir a las entidades
bancarias y que estas se lo .
crean. Y van y se
lo creen.
Los bancos lo que
tienen son inmuebles, porque las hipotecas, que es lo que ellos vendían, sus
clientes no las han pagado. Así que ellos piden préstamos a otros bancos.
De este modo la
fantasía de riqueza va aumentando, puesto que el dinero circula de un banco a
otro, detrás no hay nada que sustente ese dinero, tan solo la circulación del
mismo. Yo tengo 1000 €, se los doy a un amigo, este a otro amigo, ... todo a
cambio de un papel para cada uno de nosotros, pero no existen 3000 €.
Todo va viento en
popa, hasta que todos queremos, por razones diversas, recuperar los 1000 €.
Esto que parece una
nimiedad, porque somos tres los afectados, lo traspasamos a los miles de
clientes de las entidades bancarias de todo el mundo y el sistema se tambalea.
Hasta tal extremo, que los gobiernos, conducidos por políticos, para no peder el
apoyo de los poderes económicos y además no tener que hacer frente a la
retirada masiva del poco dinero con el que cuentan los bancos en esos momentos,
y que no da para devolver a todos los ahorradores lo que depositaron en las
entidades, toman la decisión de inyectar dinero público, otra vez de los
ciudadanos de a pie, al sistema financiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario